Acércate a Ripoll y aprende, desde dentro mismo de un obrador, cómo funcionaba una forja catalana. La Forja Palau es el último exponente de este tipo de instalaciones; el último vestigio de una industria y de una forma de trabajar.
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La última forja catalana. Acércate a Ripoll y aprende, desde dentro mismo de un obrador, cómo funcionaba una forja catalana. La Forja Palau es el último exponente de este tipo de instalaciones; el último vestigio de una industria y de una forma de trabajar.
Situada extramuros, cerca de las montañas para proveerse de carbón vegetal, y del río Freser, que le proporcionaba el agua, la Forja Palau comenzó su actividad en el siglo XVII. En la actualidad puedes verla prácticamente en el mismo estado en que la dejaron los trabajadores después de la última producción. Apúntate a las visitas guiadas que ofrece la Oficina de Turismo de Ripoll y entenderás el complejo mecanismo que la hacía funcionar.